Enero de
2022. Bajo un yugo
cruel e infame, manteniendo a su pueblo arrodillado, bajo la
mentira de un "VIRUS, CHINA COMUNISTA, vuelve a ser el motor
del crecimiento del comercio mundial. Acostumbrense
los EX pueblos libres del mundo, A ARRODILLARSE ante los
AMOS del NUEVO ORDEN MUNDIAL. La humanidad
aguanto lo que se le dio, barbijo, mascarilla, cuarentenas,
toques de queda, vacunacion, campos de concentraciones,
pasaportes sanitarios, en fin, UNA DICTADURA SANITARIA,
jamas se acordaros de DIOS JEHOVA, PADRE TODO PODEROSO,
OMNISCIENTE Y OMNIPRESENTE, ahora deben rezar a su Papa, a
su lider Chino, y a du Director de la OMS. Si las cosas
siguen así, Pekín construirá una economía mundial centrada
en China y Estados Unidos será destronado de su actual
posición de cabecera en los asuntos internacionales en
general. Esta es la idea central de una carta de 15
senadores republicanos al Presidente de Estados Unidos, Joe
Biden, con una petición de pánico para que se inicien
urgentemente las negociaciones comerciales con nuestros
socios en Asia. LIBERTAD AL
PUEBLO CHIINO, DEVOLUCION DEL TIBET A LOS TIBETANOS, FIN A
LA APERSECUCION DEL DALAI LAMA, Y A TODOS LOS DISIDENTES. LA MENTIRA FLORECE,
HASTA QUE LA VERDAD APARECE. NADIE sobre DIOS
QUEDATE EN CASA, o como los
politicos te mantiene encerrado para continuar con la
CORRUPCION a nivel mundial
Los Coronavirus SARS-CoV, aparecieron por primera vez
en noviembre de 2002 en la provincia de Cantón en China
despues del levantamiento popular de la plaza de Tiananmén
de 1989, también conocidas como la masacre de Tiananmén,
la revuelta de Tiananmén o el incidente del 4 de junio,
consistieron en una serie de manifestaciones lideradas por
estudiantes chinos, que ocurrieron entre el 15 de abril y
el 4 de junio de 1989 Las protestas en Hong Kong son una
serie de concentraciones y de manifestaciones celebradas
en Hong Kong, 2019-2020, para exigir la retirada del
proyecto de ley de extradición a China (Fugitive Offenders
and Mutual Legal Assistance in Criminal Matters
Legislation (Amendment) Bill) presentado por el gobierno
de Carrie Lam y que tras conseguir su objetivo continuaron
demandando democracia para la excolonia británica. La
oposición a la ley de extradición se debió al temor de que
el proyecto de ley abría la ciudad autónoma a las leyes de
la República Popular de China y que los habitantes de Hong
Kong fueran sometidos a un sistema legal diferente.
La primera
gran manifestación, tuvo lugar el domingo 9
de junio de 2019 y fue convocada por el Frente Civil
de Derechos Humanos (CHRF, por sus siglas en inglés). Según
los organizadores, se reunieron 1,03 millones de personas y la
manifestación obtuvo una amplia cobertura de los medios de
comunicación. Esta manifestación estuvo acompañada de
protestas en otros lugares del extranjero organizadas por
hongkoneses del exterior y por activistas locales.
La
manifestación fue la mayor movilización de Hong Kong desde la
Revolución de los Paraguas de 2014. Fotografías tomadas en el
mismo lugar de las grandes manifestaciones del 9 y del 16 de
junio.
El primer día
los manifestantes llevaron prendas de color blanco; el segundo
de color negro.
El gobierno
insistió en principio en la aprobación del proyecto de ley,
afirmando que el mismo era urgente y que debía reparar la
"laguna legal" existente, pero el 15 de junio rectificó y
Carrie Lam anunció que retrasaba indefinidamente el proyecto
de ley, aunque también dejó claro que el proyecto de ley no se
retiraba.
La respuesta se
produjo al día siguiente, domingo 16 de junio, cuando tuvo
lugar en las calles de Hong Kong una segunda gran
manifestación, con mayor participación que en la primera —los
organizadores estimaron que se habían reunido cerca de dos
millones de personas—, por lo que si las cifras eran exactas
era la mayor protesta de la historia de Hong Kong.
Esta vez los
manifestantes no solo pedían la retirada definitiva del
proyecto de ley de extradición sino también la dimisión de la
jefa del gobierno hongkonés Carrie Lam.
El 17 de
junio de 2019, al día siguiente de la gran manifestación,
salía de prisión el líder estudiantil Joshua Wong
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tras
haber cumplido una pena de tres meses de cárcel por los hechos
sucedidos en 2014, «Hace cinco años, cuando se disolvió el
Movimiento de los Paraguas, dijimos que volveríamos. Y cinco
años después, después de sufrir represión política y
presiones, lo hemos hecho. Lo hemos conseguido», declaró Wong
tras recuperar la libertad.Un día después
anunció nuevas movilizaciones hasta que la jefa de gobierno
Lam dimita, se anulen los cargos contra los activistas
detenidos en las protestas del miércoles 12 de junio y se
retire definitivamente el proyecto de ley de extradición a
China.
El 21 de junio
varios miles de personas rodearon la sede central de la
policía de Hong Kong para exigir la libertad de los detenidos.
El día 1 de
julio, 22 aniversario de la reversión de la colonia de Hong
Kong a la soberanía china, tuvo lugar de nuevo una gran
manifestación de protesta y paralelamente cientos de
activistas asaltaron el Parlamento de Hong Kong —el incidente
más violento desde que se iniciaron las protestas—.
En los días
siguientes la policía comenzó a detener a los presuntos
implicados.
Nuevas
manifestaciones tuvieron lugar el 7 de julio10 y el 21 de
julio.11 Las protestas continuaron en las semanas siguientes
siendo reprimidas con dureza por la policía que efectuó
numerosas detenciones.12 El lunes 5 de agosto tuvo lugar la
primera huelga general en 50 años.
En los
siguientes fines de semana continuaron las manifestaciones y
los enfrentamientos con la policía que provocaron diversos
heridos y numerosas detenciones.
El 4 de
septiembre la presidenta Lam anunció la retirada definitiva
del proyecto de ley de extradición que dio inicio a las
protestas, pero estas continuaron durante los meses
siguientes.
El 23 de
octubre la Asamblea de Hong Kong retiró oficialmente el
proyecto de extradición y el acusado cuyo caso dio origen al
proyecto de ley fue puesto en libertad.
El 2 de
noviembre se produjeron los disturbios más graves registrados
hasta entonces.
Nueve días
después fallecía un manifestante
durante una intervención policial lo que provocó que el lunes
11 de noviembre comenzara una huelga general indefinida
durante la cual se produjeron numerosos incidentes violentos y
la muerte de un empleado municipal.
El 24 de
noviembre se celebraron las elecciones municipales en las que
los candidatos del bloque democrático arrasaron.
El Día de Año
Nuevo de 2020 tuvo lugar una multitudinaria marcha por la
democracia que terminó con enfrentamientos entre la policía y
grupos radicales.
El brote de la
pandemia de COVID-19 en China continental hizo que el número
de manifestaciones a gran escala disminuyese aún más debido al
temor de que pudieran facilitar la propagación del virus. A
pesar de esto, las tácticas del movimiento prodemocrático se
reutilizaron para presionar al gobierno a tomar acciones más
fuertes para salvaguardar la salud pública de Hong Kong frente
al brote de coronavirus en Hong Kong. Los manifestantes
exigieron que se prohibiera la entrada a Hong Kong a todos los
viajeros del continente.
Del 3 al 7 de
febrero de 2020, el personal del hospital inició una huelga
laboral con el mismo objetivo. La huelga tuvo un éxito parcial
ya que Lam, a pesar de rechazar un cierre total de la
frontera, solo dejó abiertos tres de los 14 puntos de cruce
con China continental. La gente respondió negativamente al
intento del gobierno de establecer centros clínicos y de
cuarentena en vecindarios cercanos a los residentes y
marcharon para expresar su descontento o bloquearon carreteras
para frustrar los planes del gobierno en todo el territorio.
Entre finales de enero y principios de febrero, se encontraron
artefactos explosivos improvisados en varios lugares y se
lanzaron bombas de gasolina contra cuatro comisarías y un
coche patrulla en una ola de acción por el hecho de que el
gobierno no cerró la frontera de la ciudad y no suministró
equipo de protección.
A
medida que la crisis del coronavirus se intensificó en
febrero y marzo de 2020, la escala de las protestas se
redujo aún más.
La policía ha
utilizado las leyes sobre el coronavirus que prohíben a grupos
de más de cuatro, por ejemplo, para dispersar a los
manifestantes.
El 18 de abril,
la policía arrestó a 15 activistas a favor de la democracia,
incluidos Jimmy Lai, Martin Lee y Margaret Ng
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,
por sus actividades en 2019, lo que generó la condena
internacional. El 15 de mayo,
un joven de 21 años de apellido Sin
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fue
condenado a cuatro años de prisión por su participación en la
protesta del 12 de junio, convirtiéndose en la primera persona
en ser encarcelada por el cargo de disturbios desde que
comenzó el movimiento de protesta.El
21 de mayo de 2020, los medios de comunicación estatales
anunciaron que el Comité Permanente de la Asamblea Popular
Nacional (NPCSC) comenzaría a redactar una nueva ley que
cubrirá "la secesión, la injerencia extranjera, el
terrorismo y la subversión contra el gobierno central",
que se agregará al anexo III de la Ley Básica de Hong Kong.
Esto
significaba que la ley entraría en vigor mediante su
promulgación, sin pasar por la legislación local. Los
observadores Consideraron esto como el paso más audaz de China
hasta ahora para poner a Hong Kong bajo su control, y lo
acusaron de depreciar el principio de "un país, dos sistemas"
en violación de los términos de la Declaración Conjunta
Sino-Británica. Esperaban que tuviera efectos de gran alcance
en la libertad de expresión de la ciudad y en el éxito
económico futuro. El Reino Unido, junto con Australia, Canadá
y los Estados Unidos, también emitieron una declaración
conjunta en la que expresaban su profunda preocupación por la
Ley de Seguridad Nacional el 28 de mayo. A
pesar de la presión internacional, el NPCSC aprobó la
legislación de seguridad nacional ese día. El
borrador provocó un aumento de las protestas: la marcha masiva
del 24 de mayo en Causeway Bay fue la protesta más grande
desde el comienzo de la pandemia, ya que los civiles
respondieron a los llamados en línea para marchar contra el
proyecto de ley del Himno Nacional y la ley de seguridad
nacional propuesta.
Por primera vez
en dos meses, la policía lanzó gases lacrimógenos para
intentar dispersar a los manifestantes. El 27 de mayo, al
menos 396 personas fueron arrestadas durante una protesta de
un día en Hong Kong por la lectura del himno nacional el mismo
día y la ley antisedición; la mayoría de los detenidos fueron
detenidos incluso antes de que se iniciaran las acciones de
protesta.
El 30 de junio,
la NPCSC aprobó la ley de seguridad nacional por unanimidad,
sin informar al público ni a los funcionarios locales del
contenido de la ley.
La ley creó un
efecto escalofriante en la ciudad. Demosistō, que había estado
involucrado en cabildeo para obtener el apoyo de otras
naciones, y varios grupos proindependientes anunciaron que
habían decidido disolver y cesar todas las operaciones,
temiendo que serían el objetivo de la nueva ley.
Miles de
manifestantes se presentaron el 1 de julio para protestar
contra la ley recién implementada. Ese día, la policía arrestó
al menos a diez personas por violar la seguridad nacional por
considerar que individuos que exhibían o poseían banderas,
carteles y calcomanías de teléfonos con lemas de protesta u
otro arte de protesta ya habían cometido el delito de
"subvertir el país".
Animado por
su éxito en las elecciones al Consejo de Distrito de noviembre
de 2019, el bloque prodemocrático tenía la intención de ganar
más de la mitad de los 70 escaños del Consejo Legislativo en
las elecciones que se celebrarían el 6 de septiembre.
Para lograrlo,
el campo prodemocrático celebró primarias por primera vez.
Algunos
miembros del campo prodemocrático, en particular los
demócratas más radicales, prometieron utilizar todos los
poderes constitucionales de los miembros del LegCo para
obligar al gobierno a ceder y responder a las cinco demandas.
Sin inmutarse por la ley de seguridad nacional, más de 600.000
personas emitieron su voto a mediados de julio de 2020.
En las
primarias, los partidos tradicionales perdieron terreno en la
mayoría de los distritos electorales directos frente a los
localistas y demócratas radicales.
Las oficinas de
Beijing en Hong Kong declararon que las primarias eran
"ilegales" y más tarde un "desafío flagrante" a la Ley Básica
y la ley de seguridad nacional, lo que obligó a los
organizadores a retirarse de la coordinación electoral
adicional.
El gobierno
de Hong Kong descalificó a doce candidatos el 30 de julio,
casi todos ganadores de las primarias prodemocráticas. En un
movimiento inesperado, los escrutadores descalificaron también
a cuatro legisladores titulares que en general se consideraban
más moderados para participar en las elecciones.
La decisión
generó la condena internacional por obstruir las elecciones y
el proceso democrático.
Al
día siguiente, Carrie Lam, yendo en contra de la opinión
pública, invocó poderes de emergencia para retrasar las
elecciones hasta septiembre de 2021, citando la pandemia
como la razón.
El bloque
pandemócrata criticó la decisión, creyendo que tenía
motivaciones políticas. El NPCSC aprobó una moción para
prorrogar el sexto Consejo Legislativo (que tiene una mayoría
pro-Beijing) por no menos de un año. Algunos activistas
consideraron que la decisión de la NPCSC era ilegal, lo que
dio lugar a un debate sobre la marcha o la suspensión que
finalmente terminó con la salida de tres legisladores
prodemocráticos. Si bien el NPCSC permitió que los cuatro
legisladores titulares descalificados hicieran la transición
al mandato extendido en julio, decidieron destituirlos de su
cargo en noviembre de 2020, lo que resultó en la renuncia
masiva de todos los legisladores de la oposición.
A
medida que disminuían las actividades de protesta, el
gobierno continuó reforzando su control en Hong Kong, desde
la censura de los libros de texto escolares y la eliminación
de cualquier mención a la masacre de Tiananmen, a la
eliminación de las preguntas de los exámenes públicos que
las autoridades consideraban políticamente inapropiadas, a
la cancelación del registro " maestros de cinta amarilla, a
declarar que la separación de poderes nunca existió en Hong
Kong a pesar de los comentarios previos de los principales
jueces de la ciudad reconociendo su importancia en Hong
Kong.
También
intentó remodelar la narrativa del ataque de Yuen Long
afirmando que el ataque no había sido indiscriminado,
cambiando el tiempo de respuesta policial oficialmente
informado y arrestando a Lam Cheuk-ting
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AHORA
,
un legislador prodemocrático que resultó herido en el ataque,
por "disturbios". En agosto de 2020, el Departamento de
Justicia, bajo el liderazgo de Teresa Cheng, intervino y
desestimó dos procesos privados iniciados por el legislador
prodemocrático Ted Hui Chi-fung contra un conductor que
embistió a un manifestante en octubre de 2019 y un oficial de
policía que disparó. e hirió gravemente a un manifestante en
noviembre de 2019.
El 6 de enero de 2021 la policía de Hong Kong realizó una
redada contra la oposición democrática en la que fueron
detenidos 50 activistas y políticos acusados de subversión en
aplicación de la contestada Ley de Seguridad Nacional aprobada
en junio de 2020 por el gobierno de Pekín. Entre los detenidos
se encontraba la gran mayoría de los políticos de oposición
más conocidos. Se trató de la mayor redada policial desde las
protestas de 2019.
Fuente:
Wikipedia la enciclopeda libre.
16 de Abril
de 2021
El nuevo orden
de la Politica Popular China 2021.
La Justicia de Hong Kong condenó este viernes (16.04.2021) a
14 meses de prisión al magnate de la prensa Jimmy Lai, acusado
de haber participado en la organización de protestas en 2019,
una de ellas de las más grandes a favor de la democracia. Lai,
de 73 años y actualmente detenido de forma provisoria en
virtud de la nueva Ley de Seguridad Nacional impuesta por
China, es un conocido activista enemigo de Pekín.
Además de Lai, fundador del diario Apple Daily, crítico con
Pekín, la jueza Amanda Jane Woodcock, del Tribunal de Kowloon
Occidental, también impuso penas de un año y medio de cárcel
para el exlegislador Leung Kwok-hung y de un año para el
vicepresidente del Partido Laborista Lee Cheuk-yan. Otros seis
activistas también recibieron condenas, aunque en algunos
casos ésta fue suspendida durante 24 meses.
Así, Martin Lee -uno de los abogados más conocidos de Hong
Kong y conocido como el "padre de la democracia” en la isla -
y la letrada y exdiputada Margaret Ng fueron condenados a 11 y
12 meses, pena que cumplirán en libertad condicional. El
pasado 1 de abril Lai y estos activistas fueron declarados o
se declararon culpables de organizar y participar en la citada
protesta, que tuvo lugar el 18 de agosto de 2019.
"Desafío a la autoridad”
Ese día de 2019, la Policía solo había autorizado una
concentración en el céntrico Victoria Park, pero los
convocantes decidieron proceder con su plan original y la
manifestación desembocó en una marcha que los abogados
defensores justificaron al asegurar que sus clientes
pretendían evitar aglomeraciones. La jueza Woodcock argumentó
que los condenados tomaron "la decisión consciente de violar
la ley", lo cual "es grave teniendo en cuenta la volatilidad
de aquellos días".
"El caso supone un desafío directo a la autoridad policial y a
la ley y el orden. La marcha fue premeditada y causó
interrupciones del tráfico. Y aunque fue pacífica, existía el
riesgo latente de que terminara con episodios violentos",
agregó. El mismo tribunal dictó poco más tarde otra sentencia
contra Lai y los activistas Lee Cheuk-yan y Yeung Sum por su
papel en una protesta que tuvo lugar el 31 de agosto de 2019.
Por ella, Woodcock impuso a Lai una pena de 8 meses, de los
cuales pasará dos en prisión. Las manifestaciones se
enmarcaron en la oleada de protestas antigubernamentales que
tuvieron lugar en Hong Kong durante la segunda mitad de 2019 a
raíz de una polémica propuesta de ley de extradición que,
según varios sectores críticos con el Gobierno, habría abierto
la puerta a que residentes de Hong Kong pudieran ser
extraditados a la China continental para ser juzgados allí.
Poco después, Pekín impuso a la ciudad una polémica ley de
seguridad nacional que contempla penas hasta de cadena
perpetua por supuestos como secesión o confabulación con
fuerzas extranjeras.Fuente: DW
Sí, parece que todo gira en torno a Asia, y -de nuevo-
parece que todo gira en torno a un acuerdo comercial
internacional para 15 países asiáticos que entró en vigor
este mes. Pero los senadores tienen razón: estos desarrollos
económicos, inadvertidos para el público en general, están
cambiando el mundo de forma silenciosa y sigilosa, pero de
una manera que ningún acontecimiento importante puede. Y
luego, cuando se mira hacia atrás, es demasiado tarde para
ponerse al día.
Cuando hablamos de los “15 países implicados”, en realidad
estamos hablando de 2.300 millones de personas, el 30 por
cien de la población mundial, el 30 por cien del PIB
mundial, más de una cuarta parte del comercio mundial y el
31 por cien de la inversión extranjera directa. Y en el
centro de este acuerdo está su impulsor, China, la segunda
economía del mundo y la mayor potencia comercial del
planeta. También incluye a Japón, Corea del Sur y varios
países más pequeños de la agrupación ASEAN. Y la gran
potencia del Pacífico, Estados Unidos, no forma parte de
ella. Porque el proyecto era chino desde el principio, y eso
no le convenía a Estados Unidos.
Se trata del RCEP, la Asociación Económica Integral
Regional. En otras palabras, no se trata sólo de hacer (muy
gradualmente) que casi todo el comercio de la región esté
libre de impuestos. Hay muchas otras sutilezas atractivas
(un único certificado de origen, por ejemplo, con muchos
componentes fabricados en cualquier lugar dentro de él. Esto
simplifica los procedimientos comerciales. En general, las
aduanas se están volviendo arcaicas y muchas pequeñas
empresas de la región podrán ahora establecer las cadenas de
suministro que deseen sin demasiadas complicaciones. Y hay
muchas otras cosas agradables y que deberían haberse
incluido hace tiempo. Por ejemplo, la creación de un mercado
comercial en línea unificado para toda la región.
China se encuentra en el centro de este sistema, tanto por
el tamaño de su economía como por el hecho de que lleva
mucho tiempo construyendo cadenas de suministro y otras
cadenas comerciales en todo el mundo, por ejemplo con su
proyecto Ruta de la Seda. Y ahora los economistas chinos
observan triunfalmente que el mero hecho de que el RCEP esté
a punto de ponerse en marcha ha galvanizado por adelantado a
las empresas chinas y regionales.
En los 11 primeros meses del año pasado, el comercio
exterior chino (de bienes, no de servicios) aumentó un 22
por cien y crece a tasas de dos dígitos en todos sus
principales mercados: con la ASEAN, la UE y Estados Unidos.
Y como resultado o en conjunción con esto, las economías de
la región están creciendo. La región y China vuelven a ser
el motor del crecimiento mundial.
La idea de todo tipo de acuerdos de integración en Asia
tiene en realidad cuarenta años de antigüedad: afecta a toda
la región. Lo han discutido y han intentado aplicarlo en
todas partes: a través del mecanismo de la APEC, a través de
otras iniciativas. La historia más famosa es la Asociación
Transpacífica (TPP) de Barack Obama. Su significado puede
resumirse en una cita histórica del mismo carácter: China no
dictará las reglas del comercio, nosotros sí.
Así que, incluso hoy, China no dicta las reglas del comercio
mundial. Esta es la principal diferencia entre el actual y
triunfante RCEP y la fracasada idea estadounidense del TPP.
La principal lección de estos acuerdos es interesante, ya
que muestra qué tipo de comportamiento, reglas y normas
aporta China al mundo.
El TPP fue, para sus participantes, especialmente los de los
estados pequeños, un juego con apuestas monstruosas. Las
zanahorias se prometían con una dulzura sin precedentes,
pero el palo podía resultar increíblemente doloroso. A
saber, el acceso prácticamente libre a los mercados de otros
países por parte de los productos estadounidenses en
particular, sí. Pero, al mismo tiempo, estar sometido a las
normas americanas inventadas desde cero para cualquier cosa,
como las condiciones de trabajo o el cultivo del coco, estar
bajo constante vigilancia. Del mismo modo, en relación con
los “servicios” -es decir, la banca, internet, etc.- las
condiciones del acuerdo eran tales que los gigantes
multinacionales podían apoderarse tranquilamente de
economías enteras.
El final de esa historia fue extraño: Donald Trump decidió
que Estados Unidos ya no necesitaba ese TPP y se retiró de
él. Existe de forma truncada, el dirigente informal resulta
ser Japón, y ahora China está negociando para unirse también
a las ruinas del TPP.
Pero lo mejor de todo es que China ha hecho una cosa
maravillosa: ha eliminado todos los grilletes al estilo
estadounidense de los términos del RCEP, todas esas normas
asfixiantes que Obama quería dictar al mundo. En el RCEP,
todo es voluntario y pacífico. Así que resulta que era
posible.
Hay un veterano periodista económico asiático, Anthony
Rowley, un inglés de Hong Kong que escribió sobre la
economía local en los años 70. Ahora, de repente, ha hecho
un breve comentario en el que explica muy claramente lo que
significa la lección de los dos tipos de acuerdos
comerciales. De la versión estadounidense, Rowley dice: “Se
suponía que era una asociación de iguales, pero con esa
asociación, las economías avanzadas podían dar vueltas a las
menos avanzadas”. Y “estos acuerdos comerciales fueron
diseñados como un arma económica para que las economías más
avanzadas extrajeran beneficios de las naciones en
desarrollo vulnerables a la explotación”. Y al final, los
acuerdos parecían “una herramienta potencial para una nueva
forma de colonialismo económico”. El RCEP, en cambio, tiene
una buena oportunidad, dice Rowley, porque la integración se
está logrando sin presiones y en pequeños pasos, pero sin
quedar atrapado en el medio, como fue el caso del grandioso
proyecto estadounidense.
Volviendo a la carta de los senadores, su entusiasmo es
comprensible, pero su propia propuesta de iniciar
negociaciones comerciales en Asia con carácter de urgencia
parece un poco infantil. En parte porque está claro que no
se han aprendido las lecciones del fracaso del TPP y del
éxito del RCEP. Recordemos que el TPP fracasó porque
presionó a los socios y los obligó, incluso con zanahorias,
a hacer lo que no querían. ¿Y ahora qué?
Y ahora se está desarrollando una nueva y complicada trama
con Estados Unidos queriendo obligar a Japón (miembro del
RCEP) a no suministrar productos tecnológicamente
sofisticados a China. Y esto no deja de ser una presión y
una coacción, porque supondrá pérdidas y problemas para
Japón. En otras palabras, Estados Unidos sólo ve la forma de
la futura economía mundial como una lucha entre dos campos,
en uno de los cuales los socios se ven obligados a hacer
cosas que realmente no quieren hacer. El hábito es una
segunda naturaleza.
TODOS
bajo DIOS
Razon de vivir
mi vida
LA MENTIRA FLORECE, HASTA QUE LA VERDAD APARECE.