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16 de Diciembre de 2021 

Consejo para la Transparencia de Chile.




QUEDATE EN CASA, o como los politicos te mantiene encerrado para continuar con la CORRUPCION a nivel mundial

Los Coronavirus SARS-CoV, aparecieron por primera vez en noviembre de 2002 en la provincia de Cantón en China despues del levantamiento popular de la plaza de Tiananmén de 1989, también conocidas como la masacre de Tiananmén, la revuelta de Tiananmén o el incidente del 4 de junio, consistieron en una serie de manifestaciones lideradas por estudiantes chinos, que ocurrieron entre el 15 de abril y el 4 de junio de 1989 Las protestas en Hong Kong son una serie de concentraciones y de manifestaciones celebradas en Hong Kong, 2019-2020, para exigir la retirada del proyecto de ley de extradición a China (Fugitive Offenders and Mutual Legal Assistance in Criminal Matters Legislation (Amendment) Bill) presentado por el gobierno de Carrie Lam y que tras conseguir su objetivo continuaron demandando democracia para la excolonia británica. La oposición a la ley de extradición se debió al temor de que el proyecto de ley abría la ciudad autónoma a las leyes de la República Popular de China y que los habitantes de Hong Kong fueran sometidos a un sistema legal diferente.

​ La primera gran manifestación, tuvo lugar el domingo 9 de junio de 2019 y fue convocada por el Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF, por sus siglas en inglés). Según los organizadores, se reunieron 1,03 millones de personas y la manifestación obtuvo una amplia cobertura de los medios de comunicación. Esta manifestación estuvo acompañada de protestas en otros lugares del extranjero organizadas por hongkoneses del exterior y por activistas locales.

La manifestación fue la mayor movilización de Hong Kong desde la Revolución de los Paraguas de 2014.​ Fotografías tomadas en el mismo lugar de las grandes manifestaciones del 9 y del 16 de junio.

El primer día los manifestantes llevaron prendas de color blanco; el segundo de color negro.

El gobierno insistió en principio en la aprobación del proyecto de ley, afirmando que el mismo era urgente y que debía reparar la "laguna legal" existente, pero el 15 de junio rectificó y Carrie Lam anunció que retrasaba indefinidamente el proyecto de ley, aunque también dejó claro que el proyecto de ley no se retiraba.

La respuesta se produjo al día siguiente, domingo 16 de junio, cuando tuvo lugar en las calles de Hong Kong una segunda gran manifestación, con mayor participación que en la primera —los organizadores estimaron que se habían reunido cerca de dos millones de personas—, por lo que si las cifras eran exactas era la mayor protesta de la historia de Hong Kong.

Esta vez los manifestantes no solo pedían la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición sino también la dimisión de la jefa del gobierno hongkonés Carrie Lam.

​ El 17 de junio de 2019, al día siguiente de la gran manifestación, salía de prisión el líder estudiantil Joshua WongLIBERTAD AHORAtras haber cumplido una pena de tres meses de cárcel por los hechos sucedidos en 2014, «Hace cinco años, cuando se disolvió el Movimiento de los Paraguas, dijimos que volveríamos. Y cinco años después, después de sufrir represión política y presiones, lo hemos hecho. Lo hemos conseguido», declaró Wong tras recuperar la libertad.

​Un día después anunció nuevas movilizaciones hasta que la jefa de gobierno Lam dimita, se anulen los cargos contra los activistas detenidos en las protestas del miércoles 12 de junio y se retire definitivamente el proyecto de ley de extradición a China.

El 21 de junio varios miles de personas rodearon la sede central de la policía de Hong Kong para exigir la libertad de los detenidos.

El día 1 de julio, 22 aniversario de la reversión de la colonia de Hong Kong a la soberanía china, tuvo lugar de nuevo una gran manifestación de protesta y paralelamente cientos de activistas asaltaron el Parlamento de Hong Kong —el incidente más violento desde que se iniciaron las protestas—.

En los días siguientes la policía comenzó a detener a los presuntos implicados.

Nuevas manifestaciones tuvieron lugar el 7 de julio10​ y el 21 de julio.11​ Las protestas continuaron en las semanas siguientes siendo reprimidas con dureza por la policía que efectuó numerosas detenciones.12​ El lunes 5 de agosto tuvo lugar la primera huelga general en 50 años.

En los siguientes fines de semana continuaron las manifestaciones y los enfrentamientos con la policía que provocaron diversos heridos y numerosas detenciones.

​ El 4 de septiembre la presidenta Lam anunció la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición que dio inicio a las protestas, pero estas continuaron durante los meses siguientes.

El 23 de octubre la Asamblea de Hong Kong retiró oficialmente el proyecto de extradición y el acusado cuyo caso dio origen al proyecto de ley fue puesto en libertad.

​ El 2 de noviembre se produjeron los disturbios más graves registrados hasta entonces.

Nueve días después fallecía un manifestante durante una intervención policial lo que provocó que el lunes 11 de noviembre comenzara una huelga general indefinida durante la cual se produjeron numerosos incidentes violentos y la muerte de un empleado municipal.

El 24 de noviembre se celebraron las elecciones municipales en las que los candidatos del bloque democrático arrasaron.

El Día de Año Nuevo de 2020 tuvo lugar una multitudinaria marcha por la democracia que terminó con enfrentamientos entre la policía y grupos radicales.

El brote de la pandemia de COVID-19 en China continental hizo que el número de manifestaciones a gran escala disminuyese aún más debido al temor de que pudieran facilitar la propagación del virus. A pesar de esto, las tácticas del movimiento prodemocrático se reutilizaron para presionar al gobierno a tomar acciones más fuertes para salvaguardar la salud pública de Hong Kong frente al brote de coronavirus en Hong Kong. Los manifestantes exigieron que se prohibiera la entrada a Hong Kong a todos los viajeros del continente.

Del 3 al 7 de febrero de 2020, el personal del hospital inició una huelga laboral con el mismo objetivo. La huelga tuvo un éxito parcial ya que Lam, a pesar de rechazar un cierre total de la frontera, solo dejó abiertos tres de los 14 puntos de cruce con China continental. La gente respondió negativamente al intento del gobierno de establecer centros clínicos y de cuarentena en vecindarios cercanos a los residentes y marcharon para expresar su descontento o bloquearon carreteras para frustrar los planes del gobierno en todo el territorio. Entre finales de enero y principios de febrero, se encontraron artefactos explosivos improvisados ​​en varios lugares y se lanzaron bombas de gasolina contra cuatro comisarías y un coche patrulla en una ola de acción por el hecho de que el gobierno no cerró la frontera de la ciudad y no suministró equipo de protección.

A medida que la crisis del coronavirus se intensificó en febrero y marzo de 2020, la escala de las protestas se redujo aún más.

La policía ha utilizado las leyes sobre el coronavirus que prohíben a grupos de más de cuatro, por ejemplo, para dispersar a los manifestantes.

El 18 de abril, la policía arrestó a 15 activistas a favor de la democracia, incluidos Jimmy Lai, Martin Lee y Margaret NgLIBERTAD AHORA, por sus actividades en 2019, lo que generó la condena internacional.

El 15 de mayo, un joven de 21 años de apellido SinLIBERTAD AHORAfue condenado a cuatro años de prisión por su participación en la protesta del 12 de junio, convirtiéndose en la primera persona en ser encarcelada por el cargo de disturbios desde que comenzó el movimiento de protesta.

El 21 de mayo de 2020, los medios de comunicación estatales anunciaron que el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (NPCSC) comenzaría a redactar una nueva ley que cubrirá "la secesión, la injerencia extranjera, el terrorismo y la subversión contra el gobierno central", que se agregará al anexo III de la Ley Básica de Hong Kong.

Esto significaba que la ley entraría en vigor mediante su promulgación, sin pasar por la legislación local. Los observadores Consideraron esto como el paso más audaz de China hasta ahora para poner a Hong Kong bajo su control, y lo acusaron de depreciar el principio de "un país, dos sistemas" en violación de los términos de la Declaración Conjunta Sino-Británica. Esperaban que tuviera efectos de gran alcance en la libertad de expresión de la ciudad y en el éxito económico futuro. El Reino Unido, junto con Australia, Canadá y los Estados Unidos, también emitieron una declaración conjunta en la que expresaban su profunda preocupación por la Ley de Seguridad Nacional el 28 de mayo. A pesar de la presión internacional, el NPCSC aprobó la legislación de seguridad nacional ese día. El borrador provocó un aumento de las protestas: la marcha masiva del 24 de mayo en Causeway Bay fue la protesta más grande desde el comienzo de la pandemia, ya que los civiles respondieron a los llamados en línea para marchar contra el proyecto de ley del Himno Nacional y la ley de seguridad nacional propuesta.

Por primera vez en dos meses, la policía lanzó gases lacrimógenos para intentar dispersar a los manifestantes. El 27 de mayo, al menos 396 personas fueron arrestadas durante una protesta de un día en Hong Kong por la lectura del himno nacional el mismo día y la ley antisedición; la mayoría de los detenidos fueron detenidos incluso antes de que se iniciaran las acciones de protesta.

El 30 de junio, la NPCSC aprobó la ley de seguridad nacional por unanimidad, sin informar al público ni a los funcionarios locales del contenido de la ley.

La ley creó un efecto escalofriante en la ciudad. Demosistō, que había estado involucrado en cabildeo para obtener el apoyo de otras naciones, y varios grupos proindependientes anunciaron que habían decidido disolver y cesar todas las operaciones, temiendo que serían el objetivo de la nueva ley.

Miles de manifestantes se presentaron el 1 de julio para protestar contra la ley recién implementada. Ese día, la policía arrestó al menos a diez personas por violar la seguridad nacional por considerar que individuos que exhibían o poseían banderas, carteles y calcomanías de teléfonos con lemas de protesta u otro arte de protesta ya habían cometido el delito de "subvertir el país".

​ Animado por su éxito en las elecciones al Consejo de Distrito de noviembre de 2019, el bloque prodemocrático tenía la intención de ganar más de la mitad de los 70 escaños del Consejo Legislativo en las elecciones que se celebrarían el 6 de septiembre.

Para lograrlo, el campo prodemocrático celebró primarias por primera vez.

Algunos miembros del campo prodemocrático, en particular los demócratas más radicales, prometieron utilizar todos los poderes constitucionales de los miembros del LegCo para obligar al gobierno a ceder y responder a las cinco demandas. Sin inmutarse por la ley de seguridad nacional, más de 600.000 personas emitieron su voto a mediados de julio de 2020.

En las primarias, los partidos tradicionales perdieron terreno en la mayoría de los distritos electorales directos frente a los localistas y demócratas radicales.

Las oficinas de Beijing en Hong Kong declararon que las primarias eran "ilegales" y más tarde un "desafío flagrante" a la Ley Básica y la ley de seguridad nacional, lo que obligó a los organizadores a retirarse de la coordinación electoral adicional.

​ El gobierno de Hong Kong descalificó a doce candidatos el 30 de julio, casi todos ganadores de las primarias prodemocráticas. En un movimiento inesperado, los escrutadores descalificaron también a cuatro legisladores titulares que en general se consideraban más moderados para participar en las elecciones.

La decisión generó la condena internacional por obstruir las elecciones y el proceso democrático.

Al día siguiente, Carrie Lam, yendo en contra de la opinión pública, invocó poderes de emergencia para retrasar las elecciones hasta septiembre de 2021, citando la pandemia como la razón.

El bloque pandemócrata criticó la decisión, creyendo que tenía motivaciones políticas. El NPCSC aprobó una moción para prorrogar el sexto Consejo Legislativo (que tiene una mayoría pro-Beijing) por no menos de un año. Algunos activistas consideraron que la decisión de la NPCSC era ilegal, lo que dio lugar a un debate sobre la marcha o la suspensión que finalmente terminó con la salida de tres legisladores prodemocráticos. Si bien el NPCSC permitió que los cuatro legisladores titulares descalificados hicieran la transición al mandato extendido en julio, decidieron destituirlos de su cargo en noviembre de 2020, lo que resultó en la renuncia masiva de todos los legisladores de la oposición.

A medida que disminuían las actividades de protesta, el gobierno continuó reforzando su control en Hong Kong, desde la censura de los libros de texto escolares y la eliminación de cualquier mención a la masacre de Tiananmen, a la eliminación de las preguntas de los exámenes públicos que las autoridades consideraban políticamente inapropiadas, a la cancelación del registro " maestros de cinta amarilla, a declarar que la separación de poderes nunca existió en Hong Kong a pesar de los comentarios previos de los principales jueces de la ciudad reconociendo su importancia en Hong Kong.

También intentó remodelar la narrativa del ataque de Yuen Long afirmando que el ataque no había sido indiscriminado, cambiando el tiempo de respuesta policial oficialmente informado y arrestando a Lam Cheuk-tingLIBERTAD AHORA, un legislador prodemocrático que resultó herido en el ataque, por "disturbios". En agosto de 2020, el Departamento de Justicia, bajo el liderazgo de Teresa Cheng, intervino y desestimó dos procesos privados iniciados por el legislador prodemocrático Ted Hui Chi-fung contra un conductor que embistió a un manifestante en octubre de 2019 y un oficial de policía que disparó. e hirió gravemente a un manifestante en noviembre de 2019.

​ El 6 de enero de 2021 la policía de Hong Kong realizó una redada contra la oposición democrática en la que fueron detenidos 50 activistas y políticos acusados de subversión en aplicación de la contestada Ley de Seguridad Nacional aprobada en junio de 2020 por el gobierno de Pekín. Entre los detenidos se encontraba la gran mayoría de los políticos de oposición más conocidos. Se trató de la mayor redada policial desde las protestas de 2019.

Fuente: Wikipedia la enciclopeda libre.


16 de Abril de 2021

El nuevo orden de la Politica Popular China 2021.


La Justicia de Hong Kong condenó este viernes (16.04.2021) a 14 meses de prisión al magnate de la prensa Jimmy Lai, acusado de haber participado en la organización de protestas en 2019, una de ellas de las más grandes a favor de la democracia. Lai, de 73 años y actualmente detenido de forma provisoria en virtud de la nueva Ley de Seguridad Nacional impuesta por China, es un conocido activista enemigo de Pekín.

Además de Lai, fundador del diario Apple Daily, crítico con Pekín, la jueza Amanda Jane Woodcock, del Tribunal de Kowloon Occidental, también impuso penas de un año y medio de cárcel para el exlegislador Leung Kwok-hung y de un año para el vicepresidente del Partido Laborista Lee Cheuk-yan. Otros seis activistas también recibieron condenas, aunque en algunos casos ésta fue suspendida durante 24 meses.

Así, Martin Lee -uno de los abogados más conocidos de Hong Kong y conocido como el "padre de la democracia” en la isla - y la letrada y exdiputada Margaret Ng fueron condenados a 11 y 12 meses, pena que cumplirán en libertad condicional. El pasado 1 de abril Lai y estos activistas fueron declarados o se declararon culpables de organizar y participar en la citada protesta, que tuvo lugar el 18 de agosto de 2019.

"Desafío a la autoridad”

Ese día de 2019, la Policía solo había autorizado una concentración en el céntrico Victoria Park, pero los convocantes decidieron proceder con su plan original y la manifestación desembocó en una marcha que los abogados defensores justificaron al asegurar que sus clientes pretendían evitar aglomeraciones. La jueza Woodcock argumentó que los condenados tomaron "la decisión consciente de violar la ley", lo cual "es grave teniendo en cuenta la volatilidad de aquellos días".

"El caso supone un desafío directo a la autoridad policial y a la ley y el orden. La marcha fue premeditada y causó interrupciones del tráfico. Y aunque fue pacífica, existía el riesgo latente de que terminara con episodios violentos", agregó. El mismo tribunal dictó poco más tarde otra sentencia contra Lai y los activistas Lee Cheuk-yan y Yeung Sum por su papel en una protesta que tuvo lugar el 31 de agosto de 2019.

Por ella, Woodcock impuso a Lai una pena de 8 meses, de los cuales pasará dos en prisión. Las manifestaciones se enmarcaron en la oleada de protestas antigubernamentales que tuvieron lugar en Hong Kong durante la segunda mitad de 2019 a raíz de una polémica propuesta de ley de extradición que, según varios sectores críticos con el Gobierno, habría abierto la puerta a que residentes de Hong Kong pudieran ser extraditados a la China continental para ser juzgados allí.

Poco después, Pekín impuso a la ciudad una polémica ley de seguridad nacional que contempla penas hasta de cadena perpetua por supuestos como secesión o confabulación con fuerzas extranjeras.

Fuente: DW

Enero de 2022.

Bajo un yugo cruel e infame, manteniendo a su pueblo arrodillado, bajo la mentira de un "VIRUS, CHINA COMUNISTA, vuelve a ser el motor del crecimiento del comercio mundial.

Acostumbrense los EX pueblos libres del mundo, A ARRODILLARSE ante los AMOS del NUEVO ORDEN MUNDIAL.

La humanidad aguanto lo que se le dio, barbijo, mascarilla, cuarentenas, toques de queda, vacunacion, campos de concentraciones, pasaportes sanitarios, en fin, UNA DICTADURA SANITARIA, jamas se acordaros de DIOS JEHOVA, PADRE TODO PODEROSO, OMNISCIENTE Y OMNIPRESENTE, ahora deben rezar a su Papa, a su lider Chino, y a du Director de la OMS.

Si las cosas siguen así, Pekín construirá una economía mundial centrada en China y Estados Unidos será destronado de su actual posición de cabecera en los asuntos internacionales en general. Esta es la idea central de una carta de 15 senadores republicanos al Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con una petición de pánico para que se inicien urgentemente las negociaciones comerciales con nuestros socios en Asia.

Sí, parece que todo gira en torno a Asia, y -de nuevo- parece que todo gira en torno a un acuerdo comercial internacional para 15 países asiáticos que entró en vigor este mes. Pero los senadores tienen razón: estos desarrollos económicos, inadvertidos para el público en general, están cambiando el mundo de forma silenciosa y sigilosa, pero de una manera que ningún acontecimiento importante puede. Y luego, cuando se mira hacia atrás, es demasiado tarde para ponerse al día.

Cuando hablamos de los “15 países implicados”, en realidad estamos hablando de 2.300 millones de personas, el 30 por cien de la población mundial, el 30 por cien del PIB mundial, más de una cuarta parte del comercio mundial y el 31 por cien de la inversión extranjera directa. Y en el centro de este acuerdo está su impulsor, China, la segunda economía del mundo y la mayor potencia comercial del planeta. También incluye a Japón, Corea del Sur y varios países más pequeños de la agrupación ASEAN. Y la gran potencia del Pacífico, Estados Unidos, no forma parte de ella. Porque el proyecto era chino desde el principio, y eso no le convenía a Estados Unidos.

Se trata del RCEP, la Asociación Económica Integral Regional. En otras palabras, no se trata sólo de hacer (muy gradualmente) que casi todo el comercio de la región esté libre de impuestos. Hay muchas otras sutilezas atractivas (un único certificado de origen, por ejemplo, con muchos componentes fabricados en cualquier lugar dentro de él. Esto simplifica los procedimientos comerciales. En general, las aduanas se están volviendo arcaicas y muchas pequeñas empresas de la región podrán ahora establecer las cadenas de suministro que deseen sin demasiadas complicaciones. Y hay muchas otras cosas agradables y que deberían haberse incluido hace tiempo. Por ejemplo, la creación de un mercado comercial en línea unificado para toda la región.

China se encuentra en el centro de este sistema, tanto por el tamaño de su economía como por el hecho de que lleva mucho tiempo construyendo cadenas de suministro y otras cadenas comerciales en todo el mundo, por ejemplo con su proyecto Ruta de la Seda. Y ahora los economistas chinos observan triunfalmente que el mero hecho de que el RCEP esté a punto de ponerse en marcha ha galvanizado por adelantado a las empresas chinas y regionales.

En los 11 primeros meses del año pasado, el comercio exterior chino (de bienes, no de servicios) aumentó un 22 por cien y crece a tasas de dos dígitos en todos sus principales mercados: con la ASEAN, la UE y Estados Unidos. Y como resultado o en conjunción con esto, las economías de la región están creciendo. La región y China vuelven a ser el motor del crecimiento mundial.

La idea de todo tipo de acuerdos de integración en Asia tiene en realidad cuarenta años de antigüedad: afecta a toda la región. Lo han discutido y han intentado aplicarlo en todas partes: a través del mecanismo de la APEC, a través de otras iniciativas. La historia más famosa es la Asociación Transpacífica (TPP) de Barack Obama. Su significado puede resumirse en una cita histórica del mismo carácter: China no dictará las reglas del comercio, nosotros sí.

Así que, incluso hoy, China no dicta las reglas del comercio mundial. Esta es la principal diferencia entre el actual y triunfante RCEP y la fracasada idea estadounidense del TPP. La principal lección de estos acuerdos es interesante, ya que muestra qué tipo de comportamiento, reglas y normas aporta China al mundo.

El TPP fue, para sus participantes, especialmente los de los estados pequeños, un juego con apuestas monstruosas. Las zanahorias se prometían con una dulzura sin precedentes, pero el palo podía resultar increíblemente doloroso. A saber, el acceso prácticamente libre a los mercados de otros países por parte de los productos estadounidenses en particular, sí. Pero, al mismo tiempo, estar sometido a las normas americanas inventadas desde cero para cualquier cosa, como las condiciones de trabajo o el cultivo del coco, estar bajo constante vigilancia. Del mismo modo, en relación con los “servicios” -es decir, la banca, internet, etc.- las condiciones del acuerdo eran tales que los gigantes multinacionales podían apoderarse tranquilamente de economías enteras.

El final de esa historia fue extraño: Donald Trump decidió que Estados Unidos ya no necesitaba ese TPP y se retiró de él. Existe de forma truncada, el dirigente informal resulta ser Japón, y ahora China está negociando para unirse también a las ruinas del TPP.

Pero lo mejor de todo es que China ha hecho una cosa maravillosa: ha eliminado todos los grilletes al estilo estadounidense de los términos del RCEP, todas esas normas asfixiantes que Obama quería dictar al mundo. En el RCEP, todo es voluntario y pacífico. Así que resulta que era posible.

Hay un veterano periodista económico asiático, Anthony Rowley, un inglés de Hong Kong que escribió sobre la economía local en los años 70. Ahora, de repente, ha hecho un breve comentario en el que explica muy claramente lo que significa la lección de los dos tipos de acuerdos comerciales. De la versión estadounidense, Rowley dice: “Se suponía que era una asociación de iguales, pero con esa asociación, las economías avanzadas podían dar vueltas a las menos avanzadas”. Y “estos acuerdos comerciales fueron diseñados como un arma económica para que las economías más avanzadas extrajeran beneficios de las naciones en desarrollo vulnerables a la explotación”. Y al final, los acuerdos parecían “una herramienta potencial para una nueva forma de colonialismo económico”. El RCEP, en cambio, tiene una buena oportunidad, dice Rowley, porque la integración se está logrando sin presiones y en pequeños pasos, pero sin quedar atrapado en el medio, como fue el caso del grandioso proyecto estadounidense.

Volviendo a la carta de los senadores, su entusiasmo es comprensible, pero su propia propuesta de iniciar negociaciones comerciales en Asia con carácter de urgencia parece un poco infantil. En parte porque está claro que no se han aprendido las lecciones del fracaso del TPP y del éxito del RCEP. Recordemos que el TPP fracasó porque presionó a los socios y los obligó, incluso con zanahorias, a hacer lo que no querían. ¿Y ahora qué?

Y ahora se está desarrollando una nueva y complicada trama con Estados Unidos queriendo obligar a Japón (miembro del RCEP) a no suministrar productos tecnológicamente sofisticados a China. Y esto no deja de ser una presión y una coacción, porque supondrá pérdidas y problemas para Japón. En otras palabras, Estados Unidos sólo ve la forma de la futura economía mundial como una lucha entre dos campos, en uno de los cuales los socios se ven obligados a hacer cosas que realmente no quieren hacer. El hábito es una segunda naturaleza.


LIBERTAD AL PUEBLO CHIINO, DEVOLUCION DEL TIBET A LOS TIBETANOS, FIN A LA APERSECUCION DEL DALAI LAMA, Y A TODOS LOS DISIDENTES, NO MAS COMERCIO CON UN REGIMEN ASESINO.



Nadie sobre DIOS.

Todos bajo DIOS.

mi mamita BELLA A SUS 93 AÑOS

Razon de vivir mi vida

Norway